
«Nuestra obsesión con, y sueño de, un mundo donde reine el BetaMax y el Disco Laser ha terminado. Es hora de que sigamos adelante. Pero nunca teman. Hay una cosa nueva que creemos que realmente les va a gustar. Se llama descargas digitales y streaming. ¡Prepárense para el futuro, amigos!”
Palabras textuales de Maynard James Keenan, vocalista de Tool. Así es, ¿Quién lo diría? Ganó la tecnología y consumo masivo. Tool terminó cediendo ante el imperio digital, pero ¿Por qué es relevante esto? Ahora verás.

Primero contexto. El viernes pasado Tool lanzó en todos los servicios de streaming su discografía completa. Evento que causó furor, ya que sólo en Spotify, hasta el momento, sus canciones con menos reproducciones rondan en las 200,000 y las más escuchadas superan el millón de reproducciones.
También en Apple Music la banda logró que todos sus álbumes llegaran al Top 10 de la aplicación. Donde AEnima consiguió el segundo puesto,
«Lateralus» alcanzó el número cuatro, «10,000 days» llegó al número cinco, y Undertow es el siguiente en el número seis. En cuanto a Opiate, EP debut de la banda, se colocó en el número ocho.
Al parecer el rock se resiste a morir y todo gracias a los forzados como nosotros. Todo esto muestra que Tool arrasó con los servicios de streaming, no con una rola, no con un single, no pagando para entrar en playlist populares, Tool rompió el internet musical con toda su discografía gracias a que siempre estuvieron en oposición ante este tipo de servicios, y sobre todo ante esta forma de consumir la música.
La razón por la cual Tool estuvo tanto tiempo fuera de estos servicios es un tanto difusa. Una de las teorías más conocidas radicaba en lo puristas que son los integrantes de la banda.
Siempre fue evidente su posición donde su música estaba elaborada para ser escuchada como un todo, de principio a fin. También defendían a capa y espada la estética al rededor del álbum y todo el arte que envuelve cada uno de sus trabajos.

Elementos que se pierden al ponerle play a una canción aleatoria de su repertorio cuando se escuchan en un servicio de streaming. Sin embargo, más que aclarar sus razones, a lo largo de los años los integrantes de la banda fueron haciendo declaraciones que generaban más dudas respecto a su retisencia a integrarse al movimiento digital.
De lo que no queda duda es de las preferencias de la banda para comercializar su música, siempre optando por el formato físico como el CD y el vinyl. Si estás aquí seguramente sabes que la calidad del audio es mucho mejor cuando proviene de estos formatos en comparación de la reproducción en internet.
Sin embargo, regularmente preferimos la comodidad a la calidad y esto hace que hoy estemos escuchando Tool desde nuestros celulares para no tener que estar cargando nuestros preciados discos. Que valen cada centavo, pero no son nada baratos.
Tal vez Maynard fue sarcástico como siempre, pero el futuro no es el streaming y seguramente él lo sabe. El streaming es el presente y el negocio de la música es muy distinto a hace trece años cuando Tool lanzó su último álbum.
En esos años aún era relevante quien vendía un número exorbitante de discos y aunque ya existían medios para piratear la música, seguía siendo normal comprar físicamente la música que se deseaba escuchar.
Entonces, si toda la música de esta banda fue lanzada en una época donde el CD era rey y entregaba trabajos de mucha calidad músical, con un arte espectacular que hacía más llamativo y le agregaba valor a la compra, evidentemente el plan seguiría siendo negarse a alguna forma distinta de vender tu trabajo.
Hoy claramente la batalla ha terminado. Ante el inminente lanzamiento de nueva música, sería ridículo mantenerse en una posicion tan drástica y seguir renuente a subir la música a las plataformas digitales. Sin embargo, en esta pelea no hubo perdedores.
Tool sabía que era imposible vencer a la nueva industria musical, pero tuvo la habilidad de resistir hasta el último momento, aguantó muchos años de insistencia por parte de medios y fanáticos.
Esta banda además de tener una creatividad extraordinaria tuvo la visión de generar una expectativa ante su nuevo material tan grande que no se podía desaprovechar el impetú de la emoción por la fecha de lanzamiento.
Este tipo de decisiones no se improvisan, se planean y se ejecutan con acertividad y planeación. Míralo de esta forma, Tool llevaba años tirandole mierda al consumo pirata de la música, sin saber que eventualmente la piratería se convertiría en un servicio de paga, tal vez no tan redituable como los discos, pero algo de varo es mejor que nada de varo.
Luego por cualquier cantidad de razones, el trabajo del nuevo disco se retrasa, se pospone o se estanca, a tal grado que llegan diez años sin mostrar nuevas canciones, peeeeero como son unos chingones van generando más y más suspenso al rededor del lanzamiento, mientras siguen manteniéndose activos con unos conciertos de no mames, tocando el material de antaño.
Ahora, tienen listo el tan esperado álbum y evidentemente sacar sólo un formato físico sería desperdiciar las maravillas de la tecnología moderna y perder una cantidad colosal de dinero ¿Qué hacen? lanzan el material de confianza en plataformas digitales, el que todos conocen y aman; y parece como si todo fuera nuevo creando una conmoción entre sus seguidores, contentos de poder acceder al catálogo de la banda con un par de dedazos. Todo arriba el mismo día a forma de antesala para el nuevo álbum.
Sí, tuvieron que aceptar que su posición era errónea pero al hacerlo lograron que su material antiguo volviera a despuntar, generando millones de reproducciones (que se traduce en millones de billetes), también generaron una publicidad explosiva que se traduce en más exposición marketing para el Fear Inoculum y sus próximas presentaciones.
De esta manera, la industria musical gana porque los grandes nunca le van a perder. Ellos seguirán generando ganancias por más DIY o indie que seas.
Por otro lado, Tool también gana. Hace que su música, su proyecto y marca sigan vigentes, así como mayor alcance para que su mensaje e ideas lleguen a más personas. Al mismo tiempo se mantienen fieles a sus ideales de excentricidad y pensar fuera de la caja ya que consiguieron obtener buenas ganancias jugando dentro de las reglas impuestas por las grandes compañías.
Finalmente, los mortales que sólo nos dedicamos a disfrutar de la música también ganamos porque ahora mejoramos muchas de nuestras playlist con las joyas de canciones que tiene el repertorio de Tool y podemos abrir nuestro tercer ojo en el momento que queramos.
¿Tú que opinas? ¿Lo hicieron bien los de Tool o se enfermaron de poder? Yo creo que se rifaron con esta maravillosa jugada. Ya hasta tengo mi dinero reservado para comprar el «Fear Inoculum» en cuanto salga a la venta.
Chale, creo que lo único que pierde aquí es mi bolsillo. Equis, ni que me fueran a enterrar con mi dinero. ¿Crees que después de todo este tiempo el nuevo material vaya a estar bueno? Nos vemos en el Mosh Pit.