Camaradas que gusto encontrarnos nuevamente. Afortunadamente seguimos aquí sobreviviendo pandemias, tormentas, terremotos y una situación económica incierta. Pero nosotros no permitimos que el ánimo baje ¿verdad? ¡Bien! Entonces sigamos hablando de música.
Jorge es uno de mis mejores amigos y con él tengo un vínculo muy fuerte, entre otras cosas, gracias a la música. Así como yo, él tiene gustos muy eclécticos. Con el he ido a muchos conciertos de todo tipo, desde al Circo Volador a ver a Cannibal Corpse hasta a ver a J Balvin al Flow Fest. Ambos disfrutamos un chingo la música y siempre estamos buscando y compartiendo música nueva.
Hace unas semanas le compartí el perfil de Meth Math un proyecto de Hermosillo, México muy distinto a lo que acostumbramos escuchar pero que vale la pena prestarle atención. Le comenté que los había topado en Bandcamp, él no sabía que era Bandcamp y por si tu no lo sabes, lo comento: Bandcamp es una plataforma de música independiente para escuchar y comprar música. Su respuesta inspiro esta columna: ¿Sigues comprando música? Que lindo eres.
Reí mucho. Aunque honestamente me sentí medio imbécil, ni siquiera él compra música, creo que soy el único de mi círculo social que aún paga por un disco. Me puse a reflexionar ¿por qué la gente debería comprar música? Las plataformas de streaming nos pusieron una cantidad brutal de canciones a nuestro alcance inmediato por aproximadamente $99 MXN al mes o “gratis” si estás dispuesto a escuchar anuncios entre canciones. Suena lógico pensar que conviene más pagar al mes por millones de canciones a pagar esa misma cantidad por sólo un disco y parece que la mayoría de la gente está de acuerdo con eso según las cifras. Casi todos los que consumen música lo hace por medio de streaming y dicen que si encuentras a dos personas que compren CDs puedes pedir un deseo.
Veamos, hay muchas notas y artículos defendiendo la compra de canciones, ya sea física o digitalmente pero muchos de sus argumentos no me convencen. Hablan mucho de la calidad del audio y aunque puede que tengan razón, para poder disfrutar de esa calidad es necesario un buen equipo. Equipo que cuesta buena lana. ¿Quieres convencer a alguien de comprar un buen sistema de audio cuando ni siquiera gasta 200 pesos en un álbum? De una vez escúpele al cielo a ver donde cae.
Otra razón es porque eres “dueño” de la música. Las plataformas pueden eliminar a tus artistas favoritos en cualquier momento. De un día para otro te quedas sin tus canciones favoritas y al comprar las canciones las posees eternamente. Esto es cierto si tienes un respaldo de tu biblioteca musical y una copia del respaldo y un respaldo de la copia. O en el caso del disco físico que tengas el mayor cuidado que no se raye o dañe, que no lo prestes o pierdas. Pff cuanto rollo, obviamente si me eliminan un artista de una plataforma me voy a YouTube a escuchar las rolas en videos con las letras todos piratas hechos en Windows Movie Maker. La piratería viene al rescate ante esta situación.
Las plataformas de streaming nos dan satisfacción inmediata, eso es lo que buscamos hoy en día. Tener una colección enorme a nuestra disposición. Porque obviamente aprovechas esta inmensidad de catálogo ¿cierto? No creo que pagues mensualmente dinero para escuchar únicamente la discografía de Luis Miguel una y otra vez. ¿Te imaginas llevar pagados $3,600 pesos por escuchar lo mismo siempre? Seguramente es mucho más barato comprar el disco.
Todo parece indicar que el streaming es mucho mejor que adquirir discos o canciones. Es así hasta que dejas de pensar de manera tan egoísta y analizas un panorama más amplio. Si lo que queremos es seguir escuchando la música que nos gusta entonces debe haber gente que haga esa música y para ello los artistas deben sentirse seguros que pueden comer y vivir de lo que hacen, sin embargo, tal como ha sido a lo largo de la historia de la música grabada, la mayor parte del dinero no se destina a los artistas.
Si tú crees que por escuchar únicamente a las bandas independientes ya estás aportando a sus bolsillos, lo siento, pero no es tan sencillo. El dinero de todas las suscripciones se colecta en la misma “cuenta” y se reparte entre los artistas en función de cuántas veces se reproducen sus canciones. Es decir que, aunque sólo hayas escuchado la Banda Rancho Viejo de Julio Aramburo La Bandononona, tu dinero no se va a la Bandononona sino que se usa para pagarle a Post Malone, Kanye West y todos los demás artistas de la cima. Aunque, claro, unos centavos van para Julio Aramburo.
Que quede claro que mi punto no es borrar Spotify de nuestros celulares. Yo hasta soy usuario de un plan familiar. Spotify y demás plataformas ayudan a que muchas artistas sean conocidos, pero soy consciente que utilizarlo cómo único medio de consumo afecta a los artistas. Se que también representa un esfuerzo para los consumidores de a pie, pero una compra directa puede convertirse en una gran ganancia para el artista.
En un artículo de Cnet mencionan:
“Como músico, es una gran diferencia entre lo que ganamos de la venta de un CD, o incluso una descarga, y sin mencionar de vinilo, frente a una suscripción, que es el streaming. La diferencia es un orden de magnitud. Si deseas apoyar a un artista, compra los medios físicos o compra una descarga real, preferiblemente desde su sitio web o Bandcamp.”
Para mi este es el punto importante, más allá de que comprar un CD o vinilo sea una experiencia por abrirlo, apreciar la portada, el arte gráfico, etc. Apoya a que los artistas puedan seguir sacando música.
El error ha sido ver la situación como una batalla Streaming vs. Compras directas. No, no es así. Ambas son herramientas útiles que apoyan la carrera de los artistas que musicalizan nuestra vida diaria. Por un lado, las plataformas como Spotify aportan a que pueda haber más difusión de las bandas. Aparecer en una playlist genérica puede ser el cambio entre tener 100 o 1,000 escuchas en un día.
Por otro lado, plataformas como Bandcamp logran que las bandas obtengan control sobre su negocio y puedan tener un espacio para vender discos, canciones, mercancía y crear una comunidad con sus seguidores. Definitivamente no es la solución completa a la situación, pero cualquier cambio que prometa extender la riqueza de la industria más allá del 1% de arriba es relevante.
Así que te invito a descubrir música independiente nueva en tu plataforma de confianza para que después vayas a su sitio web o perfil de Bandcamp para comprarles una rolita o una playera, neta ahí te das cuenta de que tu apoyo sí puede hacer la diferencia. Jorge, no seas culero y dispárame un disco ¡Nos vemos en el Moshpit!
SHOUT OUTS
- Los servicios de streaming también ofrecen un catálogo amplio de podcasts. Lo siento, eso pensamos es un podcast grabado por los capitanes de La CarteleraMX donde se quitan filtros y dan sus opiniones sin miedo al éxito, papi. Date los primeros 4 capítulos y prepárate para el quinto porque tendrá la participación de tu servidor y amigo.
Mi última compra en Bandcamp fue a Alejandro Magaña. Alex es un multiinstrumentalista mexicano de calidad internacional. Estudió música en Australia y Escocia, ahora vive en Canadá continuando su proyecto. Su música tiene mi sello de calidad con todo y garantía.
