Todos necesitamos arte para dejar de ser imbéciles: Gonzalo Taisser
El capitalismo convierte todo en dinero, hasta la imaginación. Esto provocó que los artistas de la generación cambiaran las plumas, los libros y los pinceles; por corbatas, bolígrafos y escritorios. Jamás conocí a nadie que pudiera trabajar para llenarse los bolsillos y al mismo tiempo satisface el alma, hasta que hablé con Gonzalo Taisser.
En la novena edición del Festival Internacional de la Imagen (FINI 2019), platiqué con el famoso publicista, “empecé en lo que ahora se le llama diseño gráfico, pero vengo desde antes de que se acuñara el término. Fue algo que se me dio porque lo perseguí, dice Gonzalo sobre dibujar.
Después de dar un discurso que terminó con todos los asistentes de pie, el también escritor dijo que, casi siempre, todo el cariño se convierte en tristeza y que él es un adicto a las depresiones. “Ay Gonzalo, otra vez la melancolía”, dice el doctor de Tiasser.
Las voces de quienes quieren y admiran a Gonzalo, hablan de un niño eterno, un perseguidor de lo que sea y alguien que cree en el valor en lo inútil.
Gonzalo Taisser colaboró en el diseño del logotipo de Pemex, la empresa más importante de país.
“La palabra inventar está desprestigiada. Uno puede decirle a todos que es dibujante, estudiante, periodista, etcétera, pero es impensable mencionar que eres inventor”, agrega.
Como un niño que relata una travesura, Gonzalo dijo que en un museo en Nueva York, entró a una exposición en la que se podía interactuar con muchas obras, de pronto vio una pila de periódicos y pensó que podía tocarlas también. Cuando lo hizo, los guardias lo sacaron del lugar. “Aunque aquella vez pedí todas las disculpas del mundo, volvería a travesar con mi cuerpo una pila de periódicos”, relata.
Cuando le pregunté sobre cómo alguien tan apasionado podía trabajar como publicista, me corrigió rápidamente: “la publicidad es lo más caliente que existe, los creativos lloran, ayunan y se desvelan. Hay trabajos malos, estúpidos, mal hechos, eso sí. Hay que hacerla respetando al receptor y con honestidad”, destaca Gonzalo Taisser.
Producto de no saber que hacer consigo nunca, Taisser se convirtió en una máquina de hacer de todo a todas horas. Pinta, juega, enmarca, escribe, recorta, etcétera.
Después de que le pregunté todo lo que se me ocurrió, Gonzalo agregó que es muy importante cuidar nuestro México, estudiar civismo, trabajar en ser mejores ciudadanos y que la violencia y el secuestro es la faceta más dolorosa del hombre malo que todos llevamos por dentro.
Necesitamos más arte, tiene el poder de cambiar a la gente. Todos necesitamos una patada de arte para dejar de ser imbéciles. “No vayas a poner eso en tu nota”, dice riendo.
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