El Tecate Comuna 2025 cerró con broche de oro este sábado 22 de noviembre en el Foro Cholula: más de 12 horas de música continua, un cartel que agotó boletos desde dos semanas antes y una afluencia que confirmó la vigencia del festival como cita ineludible para los melómanos. Desde el mediodía el recinto ya olía a bocadillos, buen sonido y ganas de fiesta; la temperatura del día no fue rival para la energía del público.
La producción mantuvo puntualidad en los cuatro escenarios: Tecate, OPPO, Mágico y Templo, lo que permitió que la programación fluyera con orden y sin tropiezos. Desde las propuestas emergentes hasta los nombres de peso, la mezcla funcionó: Rubytates abrió motores, Andrés Obregón y Midnight Generation subieron el ánimo, mientras Disco Bahía y La Santa Cecilia apuntalaron la tarde con texturas que iban del pop al mestizaje. En paralelo, el Mágico y el Templo ofrecieron alternativas para quienes buscaban sonidos más experimentales o raíces.
Julieta Venegas entregó una presentación nostálgica y cuidada en el Escenario Tecate; Siddhartha regaló un set íntimo y coreado que recordó por qué su proyecto conecta tan bien con el público. El Mágico vibró con el folk metal de Mägo de Oz, cuyo público desató ovaciones en cada estribillo épico. Panteón Rococó dictó cátedra de ska y compromiso social en el OPPO, y Molotov reafirmó su estatus con el rock irreverente que ya conocemos.
Échale Ojo
Zoé convirtió la tarde en un mar psicodélico: producción visual impecable y una comunión total con la audiencia durante clásicos como “Labios Rotos”. Para el cierre, Foster The People entregó una performance enérgica que estalló con “Pumped Up Kicks”, un momento colectivo que dio una sensación de clausura gloriosa a la jornada.
La variedad del cartel fue uno de los factores decisivos: desde la tradición de Maldita Vecindad y la nostalgia de Miguel Mateos, hasta la propuesta fresh de artistas como Kevin Kaarl. El público encontró en Tecate Comuna una experiencia integral: música por horas, opciones gastronómicas, zonas de descanso y una convivencia segura que permitió disfrutar sin sobresaltos.
Échale Ojo
Hubo decisiones de horario que obligaron a elegir entre una u otra actuación; así es la vida de festival. Pero la organización del Tecate Comuna supo sostener el ritmo y el público respondió con actitud positiva: baile, canto y entrega constante en cada escenario.
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