
Este fue originalmente un «estado de facebook» una experiencia bajo el ojo de quien cubre un festival y fanea cuando se debe, ahora fue el momento del fan, con una serie de eventos extraños y desafortunados.
Desperté, pinté una pared de mi cuarto (llevaba 3 semanas pintando poco a poco por los tiempos), mientras lo hacía le contaba a mi hermana lo chido que sería ver esa noche a Green Day, tenía sus rolas, escuchaba y cantaba.
Mi plan no era llegar a la una, como lo acostumbro en TODOS los festivales, estaba guardando mis energías y aprovechando el tiempo, el plan era llegar, ver a Dua Lipa, The Sounds y Green Day; la primera, ¿por qué no?, los segundos, porque fue la primer banda internacional a la que le tome fotos y aunque suene cursi, fue especial para mi, y la última por obvias razones, mi plan era esperarlos desde las 7, 4 horas parado y 3 horas de show.
Me bañé, comí y agarre lo necesario, llaves, teléfono y cartera, literal, y el boleto del Corona, pensar por donde irme era lo complicado, ¿metro?, es domingo y va un poco lento, a diario, DIARIO, durante los últimos 3 años he tomado la ruta de Metro SN Lázaro, lo hice para ir al vive y a otros conciertos, me bajaba en agricola oriental, subía al metro y me iba solo 3 estaciones más, ¿por qué no tomarla?, fue el primer camión que pasó, subo, $9 pesos y como 6 asientos libres.
Esta vez no llevé audífonos, quien me conoce sabe que tengo unos de diadema muy vistos, y era cargar en vano, así que solo guarde mi cambio en mi bolsa, me senté, vi la hora, le mandé un mensaje a mi amigo de donde nos veíamos y me dormí.
En un trayecto a 1 estación de llegar a mi destino, sin decir más detalles, subieron, se llevaron mis 600 pesos :C y mi celular, dándome la oportunidad de quitar mi memoria, en cuanto bajé marque a casa para que cancelaran la linea y el telefono.
Pensé por 5 minutos en metro zaragoza, porque de lo pensante, hasta ahí me baje, ya estoy a 5 minutos del foro, iré, espero mi amigo siga ahí o sino buscare a uno de los miles que tengo adentro en los stands o entre la gente, siempre me encuentro a alguien.
Y sí, mi amigo estaba en la puerta del foro, pasando la mercancía tres B, llegue le abrace, reímos y le conté la noticia, las clásicas preguntas llegaron ¿Dónde?, ¿Cómo? ¿Apenas?, y algún chiste para amenizar, de los chistes no me enoje, porque bueno, no se llevaron mi boleto del corona y seguía un poco emocionado por la noche. Afortunadamente mi amigo me debía $200 pesos y hasta el día de hoy tengo 100 pesos de esa cantidad.
Cabizbajo y con mucho en la cabeza iba caminando, mis planes se cayeron, vi a Dua Lipa de lejos ya The Sounds no iba a ir, porque no sabría cómo encontrar a mi amigo de nuevo,y a pesar de poner un punto de encuentro al final de concierto, quería ver con alguien a esa banda que marcó años de adolescencia.
Me quedé a ver a Drums, donde me encontré a Vania, una chica bien cool que tope en Ceremonia, abrazo, saludo y baile, la perdí y yo me fui metiendo entre la gente que salía, mi intención al final era divertirme a más no poder, que lo material no me lo detuviera.
Termino la banda y llegue más cerca de lo que pensaba, podría decir que a 50 metros de la barrera del escenario, ahí permanecimos durante «los shines», como le decíamos a la otra banda mis compañeros de aventura y yo.
«¡Paletas, Paletas!, voy a pedir una, me siento mal», esas fueron más o menos las palabras de mi amigo, yo sin una gota de NADA en mi cuerpo vi los precios y dije «Pídeme otra» $25 pesos es un precio razonable para no salir a comprar algo, tomar aire y ver a Green day lo más cerca posible.
Era la primera vez en mucho tiempo que faneaba en un concierto, que me metia entre la gente y que mi objetivo era llegar lo más cerca de 3 señores cuarentones que tocaban punkrock :u.
La hora llegó, terminaron «los shines» y las piernas me dolían, a unos 10 metros a lo mucho estaba «EL MORRO» un chavito que era cargado por su papá y que estaba respirando y descansando, el feliz y yo pensando solamente «Qué chido que venga a ver a la banda principal», los gritos de «¡Pinche morro loco!, ¡No te sabes las viejitas!, ¡Ya calmanos morro!, se hicieron notar, todo en son de cotorreo, muchos le pusimos nombres, yo dije, se parece a Dewey y mi amigo gritó ¡Dewey, sal de ahí, esa no es tu familia!, y algunas risas se escucharon.
Estábamos desesperados y emocionados, esperando un Slam porque seguramente todos eran punks «Te dicen no soy emo pero lloran en segundos», ahora entendí aquella frase de lng/sht, porque la gente se empujaba, medianamente a diferencia de otros conciertos que he vivido, eso no era nada, me sentía como en el mar, de aquí para allá pero no tan hardcore, «Dejen de empujar», «puto el que empuje» exclamaban las frágiles princesas.
La señal que daba inicio fue en las pantallas la proyección del trailer de «Turn It Around» un documental de punk narrado por iggy pop, mi amigo: «Posers, si no se van a poner así no sé para qué se emocionan», «Ni conocen a la mitad de los que salen en el documental» y sí, probablemente sí, porque solo se emocionaron (la gran parte de los que estaban a nuestro alrededor) cuando salio la cara de Joe Armstrong, mientras que mi amigo y yo estábamos exitadisimos con Tim y yo a kathleen.
Algunos regios se nos quedaron viendo culero y otros ciudadanos del DeFe, solo reíamos y decíamos «la neta carnal».
«Bohemian Rhapsody» comenzó a sonar, no, no eran las rolas que ponen durante la espera, el volumen era alto y el escenario estaba apagado, todos corearon y durante 10 segundos me callé y escuche todo, mi piel se erizó y dije «El momento ha llegado», salieron 2 lágrimas y continúe cantando, término y enseguida un conejo rosa salió al escenario bailando cual striper «Blitzkrieg Bop», ese fue el punto punk que hizo explotara todo, una mínima cantidad de la zona en la que estaba comenzó a golpearse brincar y a hacer un circulo pequeño, entre ellos mi amigo y yo, aún así la decepción llegó cuando a pesar de la emoción algunos decían, «no empujen», ¡AL CARAJO!, seguimos brincando y coreando ¡Hey Ho, Lets go!.
hicieron una introducción mamona con aquella rolita de odisea en el espacio y salieron 4 cuarentones a hacernos brincar, saluditos por aqui y por allá, brincos y posiciones listas, un, dos, tres, la batería sonaba y «Know Your Enemy» inicio todo, una parafernalia total, en esa canción los gritos de todos era increíble, y no paraba de brincar, los pies me dejaron de doler, tenía aliento hasta para cantar 5 horas, subieron a un fan y dije «Mis respetos, Que banda tan chingona», cumpliendo sueños de TODOS, al solo verlos y de algunos con subirlos al escenario.
en «Revolution Radio» se comenzó a abrir un gran paso al inicio, mi amigo y yo sin pensarlo lo seguimos, pero él se quedó atrás y en un dos por tres, antes del primer coro me encontraba a lo mucho a 3 personas de la barrera principal, con Mike Dirnt frente a mí y otro sector de 20 personas.
No recuerdo bien, pero en este lapso de canciones Joe dijo «Estamos vivos y estamos aquí» o algo así, el vivos estoy seguro lo dijo, la emoción y eso me hizo pensar en horas atras cuando tenia una pistola apuntándome, y dije ¡SÍ, estoy vivo, y nada me va a arruinar este momento que he esperado más de la mitad de mi vida!
Estuve en esa zona más de la mitad del set list, durante un momento de muchos agradecimientos mike nos miró, específicamente al grupo donde estaba con otras personitas brincando, y no lo sabes, pero quieres pensar que sea así, te señaló con el puño, te miro, cruzaron miradas y mientras te decía Thank you, tú le respondías con lo mismo, así lo sentí, solo el sabe si me miró, me lo dijo a mi, o quién sabe. no hay imposibles a 10 metros de distancia, creo si te ven.
«When I Come Around» inició, y fui el unico pendejo que gritó al escuchar el primer rift desde mi lugar, todos comenzaron cuando terminó los primeros cuatro rasgueos, pero es imposible no reconocer tu canción favorita desde el inicio, comencé a gritar como adolescente y pensé: «Eso es punk rock», por un momento, no sé cómo llegué a estar rodeado de parejas que se enojaban porque mis brincos o no los dejaban ver o los empujaba ligeramente, a lo que al ver unas caras les dije «si ya saben como es un concierto, ¿por qué no lo ven más lejos?, además ni están cantando», en ese momento un «no mames verdad que sí», se escuchó, voltee y era un fan más que brincaba a mi lado coreando ¡WHEN I COME AROUUUUNDDD!!.
St. Jimmy inició y yo dije, «aquí estos culeros me van a golpear si comienzan los putazos, ubiqué el slam más cercano, a otros diez metros y salí volando para ese circulo de, sorprendentemente, la mayoría regios soltando patadas a la vieja escuela y levantando a todo camarada que cayera en el campo de Guerra, ahí dije «esto es la actitud que quería para hoy», y me quedé con muchas personas en esa zona cantando y brincando.
En el momento fiestero no sabía si estaba en el Corona viendo a Green Day o a los Caligaris en el Vive Latino, no importó, el slam continuaba y cuando cantaron las de los beatles, no me quedó más que corear, la euforia corrompía mi ser y a pesar de que no me gustasen, son esas rolas que te sabes sí o sí.
«forever now» fue la ultima rola antes del primer encore, con lo que dije, «ahora si viene lo shido», y lo dije no porque lo demás no lo fuera, sino porque, en verdad, sin sonar mamón, la mayor parte de los que estaban ahí, ahora si se sabrían las rolas que se avecinaban.
pensé en mi amigo y los primeros rifts de American Idiot sonaron, en ese momento giro la cabeza y veo una cabecita con lentes y pequeños chinos gritando, lo abrazo y así de rápido encontré de nuevo a mi amigo, y a los segundos a todos con los que venía en un principio, todos en un circulo de 15 metros de diámetro (a ojo de buen cubero) que ponía el ambiente, los gritos y el slam punk que necesitaba, no el crudo, pero sí el adecuado para Green Day.
«Jesus of Suburbia» llegó y se salieron más lágrimas de las que planeaba sacar esa noche, en ese momento me tope a Luis Mata y lo salude mientras cantábamos y alzabamos los puños, el coro que se oía en toda la curva era hermoso, no puedo describirlo más que con «pubertos crecidos».
Exhausto acabe y el último encore y las canciones acusticas dijeron «quítate que ahí te voy», mi cabeza giró hacía el escenario y vi la batería tumbada y dije «Esto ya terminó».
«21 guns» y «Good Riddance» fueron el paso a lo que algunos se quejaron porque faltaban 15 minutos de show y a lo que otros agradecimos porque se volvió inolvidable, esperé 13 años, es el segundo boleto que compro en el año (El primero fue Rancid), ahorre, cosa que casi nunca hago, para este momento, para comprarme una playera oficial, de esas de 400 pesos, una chela y regresarme en uber a casa, feliz y cansado, pero no, por obras del destino o mala fe de algunos, mis ahorros y trabajo se fueron en un, dos por tres horas antes.
Recordé cuando Joe dijo que al carajo los celulares, que disfrutaramos el momento y a la mierda instagram, pensé, que nunca, en ni uno de los conciertos que más he disfrutado he sacado el celular, ni en rancid, ni en descendents ni en the cure, y por obvias razones en este, acostumbro grabar 2 que tres segundos en algunos y en otros por el trabajo tengo que tomar fotos y lo amo, pero en cuanto a mis favoritos, los he disfrutado al 100%.
La historia que viene sobra, me encontré a mi amigo y sus amigos, todos con una sonrisa en el rostro, volteaba para todos lados, viendo a los que se retiraban, y el mismo sentimiento era el que hermanaban, y me dije «Dile al david de 12 años que lo ha logrado, que ha visto en vivo a esa banda que durante los últimos 2 años ha escuchado sin parar que valió la pena cada año de espera y fue mejor de lo que esperaba, y dile que te recuerde lo chingon que era escuchar una banda en un disco e imaginar que estabas en uno de sus conciertos, así mismo contéstale, estar ahí, es mejor que la imaginación…»
PH: Cortesía Milenio