DLD regresa a lo pequeño, lo cercano y lo visceral: el próximo 12 y 13 de diciembre la banda ofrecerá dos funciones en La Maraka (Calle Mitla 410, Narvarte Poniente), fechas que prometen convertirse en un cierre de año íntimo y emotivo para sus seguidores en la Ciudad de México.
Un Regreso A Las Raíces
Después de llenar escenarios más grandes como el Auditorio Nacional o el Palacio de los Deportes, estas presentaciones “subliminales” son una apuesta deliberada por recuperar la cercanía con el público. “Tiene magia porque estás más cerca de la gente, algo que curiosamente te genera más presión, pero así crecimos, tocando en bares, en salas de casas, entonces es algo bien bonito y especial”, cuenta Erik Neville, guitarrista de la banda. Esa mezcla de nostalgia y vértigo es, justamente, el gancho de los shows en La Maraka.
Las dos noches forman parte del calendario del tour de Ocho, su más reciente álbum, y llegan en un momento en el que la banda sigue afinando el repertorio que ha llevado por toda la república. Los shows en espacios íntimos suelen permitir versiones distintas de los temas, por lo que quienes busquen una experiencia distinta a la de un recinto masivo deberían considerar estas fechas como citas obligadas.
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¿Qué Esperar En El Escenario?
El formato promete ser una mezcla de hits que todos conocen y canciones nuevas del tour: momentos para bailar, instantes para escuchar con atención y pasajes en los que la banda podrá improvisar o contar anécdotas. La cercanía del escenario con el público favorece la complicidad: miradas, chistes, alguna dedicatoria inesperada y, por supuesto, la posibilidad de vivir el concierto casi como si fuera un ensayo público cargado de emoción.
¿Y Los Boletos?
Los accesos ya están disponibles vía Ticketmaster. Los precios son los siguientes:
General: $1,500 MXN
VIP: $2,200 MXN
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La recomendación es clara: si quieres vivir una noche íntima y distinta con DLD, no lo dejes para el final. Estos shows suelen agotarse rápido y, dada la naturaleza del recinto, la experiencia de estar tan cerca hace que valga mucho la pena.
