
El racismo muere cuando el talento brota sobre la piel en tres potentes colores
Han pasado más de 25 años. Algunos mamaban del pecho de su madre, otros luchaban para sobrevivir de las inmensas crisis económicas y algunos pocos solo jugábamos con juguetes baratos y de mala calidad. Hace 25 años Alberto D’Ascola picaba piedra para convertirse en una potencia europea aunque él no lo supiera. Reggae The National Tickets fue la puerta que no tenía chapa para abrir y aquel joven italiano se la colocó. Y así, la admiración le dio la bienvenida.
“Al” de Alberto, “boroise” la esquiva expresión de la isla. Alboroise ha rebasado los 40 años de edad y es ahora, más que nunca, cuando la revienta a putas madres. Alboroise es la semilla que Jah sembró del otro lado del mundo. El reggae es y está, no importa la tierra, el continente o la conquista, simplemente está.
Es, dicho músico italiano con sangre jamaiquina, compañero, aprendiz y amigo de grandes dioses verdes-amarillos- rojos como Ky Mani Marley, Wendy Rene, Quique Neira, Wiz Khalifa, Shengen Clan Band, Dennis Brown, Horace Andy o David Hines.
Aquel intérprete de los ritmos reggae proveniente de Marsala, Sicilia logró resaltar de las tierras húmedas demostrando su enorme don musical a tal grado de ser el primer músico blanco (y europeo) distribuido por el gigante sello de Bob Marley, Tuff Gong. Este gran cabrón es sencillamente, el reggae que todo Ser no debería contener. El mismo cabrón que disfrutará la energía positiva que representa el público mexicano. Sí, este cabrón, Alboroise llega a nuestro país.
“Alboroise & The Shengen Clan” es uno de los festivales más aclamado del género jamaiquino en nuestra CDMX. En compañía de grandes talentos y exponentes de la sangre Jah como Fidel Nadal y Jacobo Govea, Alberto El Grande dará una presentación especial en una catedra de la fiesta reggae, la gratificante Carpa Astros. La cita energética es el próximo 22 de abril en punto de las 16:00 horas; domingo de vibraciones.
El denuedo, la expectativa y el carácter están a la tempestad esperando sea sedada con bajos turbios y batacazos delicadamente bien conectados; anhelantes deslices en acordes sobre cuerdas o una impactante voz rítmica. Un espectáculo, una fiesta, una celebración. Un gran encuentro de hermanos y hermanas que saben gozan la esencia de la vida metafóricamente oculta [ilusos ajenos]. Esperanzados pisaremos aquel viejo circo, idolatrando sentir el paso de la vida a través de Dub Of Thrones, Kingdom of Zion o Rough Tune. Sí, “Herbalist”, “Police” y “Kingston Town” no faltarán; ansío “Natural Mystic” no falle y “No cocaine” se extienda toda la noche. Sí, se espera virtuosamente.
El diezmo de la anti-iglesia rastafari topa en los $550.00 y para aquellos ansiosos tendrán precios especiales antes del evento. Ningún monto es el obstáculo pues el reggae lo amerita. Tenemos una cita alcohólicos del vino de tricolor, porque naturalmente… El reggae debe sonar más fuerte que nuestras penas.