Por primera vez la banda originaria de Buenos Aires, Argentina, El Kuelgue, llegó al Lunario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México para regalar un concierto lleno de energía, carisma y emociones a tope.
El Kuelgue
Comenzaron en el año 2004, abriéndose camino gracias a su mezcla de ritmos como funk, jazz, rock, bossa nova y prácticamente el ritmo que les nazca, sus canciones son tan auténticas que los ha llevado a ganarse el cariño del público y el reconocimiento de la industria recibiendo el Premio Konex por su trayectoria en la última década.
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Una Noche Como Pocas
Desde los primeros acordes el público se pudo dar cuenta que no sería una noche normal, se trataba de una experiencia intensa, con música al ritmo de jazz, que te invitaba a dejarte llevar, a soltarte y dejar que el cuerpo se fusionara con la música, como en el caso de ‘Bossa & People’, ‘Díganselo’, y el cover de ‘Mil Horas’ de Los Abuelos De La Nada.
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Performance De Alto Nivel
Personalmente me impacto lo que El Kuelgue ofrece sobre el escenario, pues no solo es música autentica, sino una gran energía al momento de interpretar sus canciones, todos demostraron gran entrega y sobre todo que disfrutaban el momento, tanto que el vocalista Julián Kartún jugaba, bailaba, recorría todo el escenario y bromeaba con el público, convirtiendo el lunario en una auténtica fiesta entre amigos y cervezas.
Por supuesto que los grandes éxitos ‘Carta Para No Llorar’, ‘Sinoca’, ‘Peluquita’, y ‘Parque Acuático’ no faltaron, cerrando la noche con ‘Mo’key’, desatando la euforia y la energía que aún quedaba en el público, haciendo retumbar el recinto provocado por los saltos y los gritos.
Sin lugar a duda un concierto de El Kuelgue es un agasajo y una experiencia que siempre valdrá la pena volver a vivir, una banda y un público entregados por completo, disfrutando el momento, sin el teléfono siendo protagonista, sin duda fue una noche como pocas.
Texto y Ph: Jhair M.
