El ‘American Idiot’ se adueñó del desierto. El segundo día de Coachella arrancó con más calor y más gente que la semana pasada. Aunque el sol pegaba fuerte, el aire fresco fue un alivio para los miles que entraban al Empire Polo Club listos para un día lleno de punk, sudor y momentos inolvidables.
El Punk No Espera A Nadie
Desde temprano, Jimmy Eat World nos recibió con una dosis potente de nostalgia. Sus himnos dosmileros hicieron cantar a todos los que buscaban empezar el día con guitarras rasposas y emociones a flor de piel. Viagra Boys, por su parte, ofrecieron uno de los shows más salvajes del día.
Enérgicos, impredecibles y 100% punk. Su espíritu rebelde se respiraba en cada riff, y fueron los primeros en reventar por completo su escenario.
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Fusiones que te volaban la cabeza
Gustavo Dudamel y la Orquesta de Los Ángeles sorprendieron con una fusión inesperada: desde Ca7riel y Paco Amoroso hasta Dave Grohl, el repertorio fue un viaje sin frenos entre lo clásico, lo alternativo y el rock más puro.
Un momento único que demuestra la capacidad de Coachella para mezclar mundos y crear magia sonora. También hubo espacio para el sentimiento con Iván Cornejo, quien conquistó a todos con su estilo tumbado y melancólico.
Su escenario se llenó con una audiencia entregada, emocionada por tener a uno de los exponentes más importantes del regional mexicano actual. Clairo dio un show impecable. Su sonido, su propuesta y su energía fueron una clase de cómo se debe hacer un concierto pop alternativo. Ojalá pronto la tengamos en Ciudad de México.
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Green Day: Los Reyes Del Desierto
Hay que decirlo: Green Day juega de local en California. Su setlist fue un repaso por una carrera llena de hits y poder punk. El público coreó cada palabra y el escenario vibró como pocas veces. Fue, sin duda, uno de los momentos más épicos del fin de semana.
El Malilla: De Valle De Chalco Al Mundo
El Malilla puso en alto el nombre de México. Su show fue fuego puro: entre chacalones y bellaqueo, la pista ardió. Orgulloso de representar a Valle de Chalco, demostró que los sueños se alcanzan con talento y barrio.
Misfits: leyendas vivas
Ver a los Misfits originales fue un privilegio. El festival les rindió homenaje poniendo su logo clásico en el cartel, y el respeto se sintió en el ambiente. Su presentación fue un viaje al corazón del punk, con actitud, historia y mucha distorsión.
Travis Scott: entre luces y desconexión
Cerramos el día con el show más caro del fin de semana: Travis Scott. Aunque su producción fue impresionante, algo se sintió desconectado. El público cantó cada hit, pero faltó esa chispa que hace que todo explote. Tal vez el precio crea una expectativa que ni el fuego en el escenario logra superar.
Coachella sigue regalándonos momentos memorables, y el espíritu punk se hizo sentir en cada rincón del Empire Polo Club. Nos preparamos para el último día con la emoción a tope.
