Una perspectiva más allá de solo enfocarnos en los headliners del Festival Marvin 2019
Una vez más el circuito Roma Condesa, recibió al Festival Marvin de la mejor manera; el lineup se consolidó con bandas legendarias, desde Reino Unido la banda Wire, seguido de Lydia Lunch y directamente desde Japón tendremos la visita de Damo Suzuki.
Este año el tío Marvin reunión a grandes talentos de diferentes países. Fueron 7 venues y un turibus que ayudaba a que el traslado no fueses tan agotador. Es así como el pasado sábado 18 de mayo se celebró la novena edición de este festival capitalino.
Cuando piensas ir a un festival es porque lógicamente quieres ver a tu banda favorita pero, ¿qué pasa con las bandas que no son tan conocidas o que probablemente han estado un poco rezagadas de los escenarios?
En esta ocasión fui buscando esos grupos que estaban en letras pequeñas dentro del cartel.
La travesía comenzó en el Foro Indie Rocks! Con Niña, si bien es un agrupación bastante conocida y con una gran trayectoria, nunca había tenido la oportunidad de verlos en vivo. Su show fue como estar presente en esos toquines de los dos mil; tocaron algunas de sus nuevas canciones, pero sin dejar de lado a los clásicos; he de admitir que me emocione mucho al escuchar los primeros acordes de «Tú y yo» esa rolita súper cursi y melosa. El cuarteto regio nos hizo recordar buenos momentos.
El Pata Negra, albergó lo mejor del freestyle, y para prueba fue el argentino Valentín Oliva, mejor conocido como Wos, es el actual campeón internacional de la batalla de los gallos (le ganó a Aczino)
Me podría quejar un poco que siempre ponen un escenario chico para el freestyle, pero al ser un espacio tan pequeño, hace que las rimas se sientan con más calor, el público estaba totalmente prendido, agitando los brazos de arriba a abajo. El tema que más hizo mover a los asistentes fue «Púrpura» entre gritos y movimientos de cabezas, dejó en claro el porqué es el ganador de la batalla. 
En ese mismo escenario se presentó Max Chinasky, rapero y productor musical en ascenso dentro de la escena del hip hop latinoamericano. Con una presencia que contagiaba buena vibra y un ritmo suavecito que nos movió lo suficiente para ya amarlo.
Un hip hop nada común que se desprende de los coros repetitivos y rimas lógicas; Max tanto en su presentación en vivo, como en su material de estudio, demuestra primero que nada que el ritmo tiene el poder: las ganas de alzar las manos no se puede contener, seguido de líricas poéticas que van desde experiencias personales, hasta críticas sociales.
Los chavitos de Drims lograron una gran convocatoria, se pudo disfrutar su dream pop; «Todas las chicas», «Amanecer» y «¿Qué nos pasó » los temas más coreados por todo el público. Lo melancólico de sus canciones, reflejando a la juventud enamorada entre surf pop de los 50/60s, shoegaze noventero y el pop que puedes bailar mientras lloras por tus amores fallidos.
La energía que se manejan estos pequeños jóvenes logra contagiar a todos los presentes.
Puedo decir sin problemas que el grupo que más me sorprendió, fue Kings of The Beach, adrenalina, sudor, energía, desmadre, diversión y que ganas de salir a romperse la madre. Un garage puro que demostró que las guitarras afiladas y los ritmos acelerados siguen siendo un lenguaje válido. Un idioma que adquiere sentido pleno en sus sonidos directos salvajes, en los que todo parece posible.
Carca, el músico que no podía pasar desapercibido dentro del festival; el amplio camino musical que ha tenido. La alternativa al rock más ortodoxo que hegemonizó el gusto musical de los primeros 90s.
Su presentación fue en el escenario de Parque España, así tuvo la oportunidad que más personas que no lo conocían lo pudieran escuchar y conocer el otro lado de la moneda de la música.
En el mismo escenario se presentaron los españoles Solo Astra, con sus sintetizadores y sus líricas dejaron perplejo a los espectadores, el pop neopsicodélico no es muy común de escuchar llamo mucho la atención a todos que se encontraban presentes.
La música de De La Rivera están confortante y alegre que mezcla diferentes ritmos que te hace pasar un buen momento, ellos se presentaron en el escenario del Departamento y fue el lugar indicado para que dieran su show, pues hizo sentir al público más integrado y cercanos a ellos. 
Está novena edición del Festival Marvin, nos trajo grandes sorpresas de las cuales podremos seguir escuchando y ampliaremos nuestros gustos musicales.
Excelente servicio tío, Marvin; buena organización, no hubo casi retrasos en los escenarios, cosa que se agradece porque armas tu itinerario pensando en ver todas las bandas posibles.
El próximo año será una fecha muy importante, por lo cual esperamos que el Festival Marvin se supere a sí mismo.
