
La explanada del Estadio Azteca fue testigo de una de las noches más épicas del año, cuando Bring Me The Horizon arrasó con su impresionante show. La banda británica no solo ofreció un concierto cargado de energía, sino que también llevó a sus fans a un viaje sensorial sin precedentes, combinando música poderosa con efectos visuales impactantes y una atmósfera completamente inmersiva.
Polaris y Spiritbox: Teloneros que Calentaron Motores
La noche comenzó con las actuaciones de las bandas teloneras, que fueron fundamentales para elevar la intensidad del evento. Thrown, con su metalcore feroz, encendió el ambiente desde el principio, seguido por The Plot in You, quienes ofrecieron una experiencia emocionalmente cruda con sus potentes melodías. Luego, Polaris cautivó con su mezcla de metal melódico y energía inquebrantable, mientras que Spiritbox brilló con su estilo progresivo y atmósferas densas, preparando al público para el clímax que estaba por llegar.
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Bring Me The Horizon: Un Show Visualmente Impecable
Cuando Bring Me The Horizon finalmente subió al escenario, la energía era palpable. Desde el primer acorde, las pantallas desplegaron una intro inspirada en los primeros gráficos de la PlayStation 1, pero con un toque único adaptado a la estética de la banda. La puesta en escena continuó con un impactante homenaje a Final Fantasy, un guiño visual que no solo encantó a los fans de la banda, sino también a los amantes de la cultura gamer.
La atmósfera se cargó de efectos de luces y láseres que acompañaron la música y crearon una sensación de inmersión total. Las pantallas no solo mostraron visuales impresionantes, sino que también introdujeron a EVE, una inteligencia artificial que se encargó de guiar a los asistentes a lo largo del concierto, dando instrucciones algo surrealistas: desde incitar a hacer mosh pits, hasta sugerir, con ironía, que si alguien tenía drogas, era el momento de consumirlas. Este toque de humor y locura le dio a la noche un aire único y envolvente.
El setlist fue un viaje de principio a fin, combinando algunos de los temas más populares de la banda. Canciones como “Can You Feel My Heart”, “Sleepwalking” y “Drown” provocaron un estallido de energía, mientras que “Teardrops” hizo que el público coreara a todo pulmón. Los fans estaban completamente entregados, saltando y gritando con cada riff y cada verso.
Bring Me The Horizon invitó a Santa Claus al escenario
Uno de los momentos más especiales de la noche ocurrió cuando Oliver Sykes, el vocalista de la banda, invitó a un fan a subir al escenario. La sorpresa fue que el afortunado fan estaba vestido como Santa Claus, lo que llevó al vocalista a señalarlo de manera divertida y darle la oportunidad de cantar junto a él. El gesto, además de sorprender al fan elegido, dejó claro lo conectada que está la banda con su público y cómo disfrutan de crear momentos únicos e inesperados durante sus shows.
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El Gran Cierre: “Throne”
El cierre de la noche fue absolutamente épico. Bring Me The Horizon cerró su concierto con “Throne”, una de sus canciones más potentes y emblemáticas. A medida que los primeros acordes de la canción resonaban, el público explotó en un frenesí total, saltando, cantando y entregándose por completo a la banda. El Estadio Azteca se transformó en un mar de emociones, con miles de voces uniéndose a la perfección con las de los músicos, haciendo de este cierre un momento verdaderamente memorable.
Bring Me The Horizon la rompió en la Explanada del Estadio Azteca
El 14 de diciembre será una fecha que los fans de Bring Me The Horizon nunca olvidarán. No solo fue un concierto lleno de potencia musical y visual, sino también una experiencia inmersiva donde la banda logró fusionar su estilo único con elementos de la cultura pop y la tecnología de una manera impresionante. El juego de luces, los láseres, los efectos visuales y la interacción constante con el público elevaron la noche a nuevas alturas. Con “Throne” como cierre, en la explanada del Estadio Azteca se despidió de Bring Me The Horizon, dejando una huella imborrable en todos los que fueron parte de esta increíble experiencia.