Las calles del Centro Histórico se vuelcan en una enorme y ruidosa manifestación , Donceles y Allende alberga a una pequeña gran multitud , entre vendedores que ofertan sin piedad los productos piratas Interpol y los fanáticos que buscan la mejor opción , el ruido es caótico pero las sonrisas son enormes, el concierto de la agrupación cumplió todas las expectativas .
Afuera del Teatro de la Ciudad los revendedores hacían de las suyas y algunos ilusión mordían el anzuelo. Dentro del inmueble los el bullicio de la gente era tanta , la cerveza era insuficiente y la espera se hacía eterna. Pasadas las 21:00 horas las luces se apagaron , sobre el escenario las siluetas de Interpol se percibían , con la elegancia que siempre los caracteriza tomaron sus instrumentos y el viaje comenzó…
Durante el show las luces eran tenues, entre blancas, rojas y azules clásicas para los de Nueva York , con esta sencillez sobre el escenario presentaron no solo temas nuevos de Marauder ( “The Rover”, “Number 10”, “NYSMAW”, “If You Really Love Nothing”) también ejecutaron clásicos del Antics y del debut (antes citado) ,sin olvidar El Pintor , Our Love to Admire.
Un concierto corto pero con una intimidad que hacían al espectador mantenerse atento y percibir cada detalle de la presentación . Inició Paul, Daniel y Sam regresaron al país para beneplácito de los fans , en menos de un año la dosis de “indie” saciaba las necesidades de los escuchas más aferrados de la banda , el pretexto ideal fue el lanzamiento y presentación de algunos temas de su próximo álbum.
Para esta segunda fecha de Interpol , la banda nos llevó por un recorrido histórico musical y es que el cierre de su show “Obstacle 1” fue un pequeño recuerdo de principios de los 2000’s. La cosa no paró ahí y Paul sentenció con un regreso a entarimados mexicanos .
Ph Chino Lemus