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Una gran noche para las almas perdidas: Samsara Blues Experiment nos reunió en el Alicia

Tal y como lo advierte la primer placa del grupo oriundo de Berlín, un viaje de larga distancia fue la causa y el producto de una noche encapsulada en el pequeño gran Multiforo Alicia. El largo vuelo que desde Alemania – si no es que más allá- emprendieron los europeos para caminar en tierras mexicanas, fue también el motivo que condujo a cientos de sus seguidores a reunirse sólo para abandonar -voluntaria o involuntariamente- este plano terrenal, al cual la música que se escuchó aquél día le queda como el sol a plutón.

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Si piensan que son exageradas las analogías con las que se describe aquí al nivel de locura y acoplamiento onírico de la realidad, deténganse meticulosamente a escuchar la música de las bandas que estuvieron ahí presentes, dialoguen, comparen, preguntense, divaguen e imaginen que todo eso fue como una página del libro que encuentra su climax en el show en vivo; y quizá no estén cerca; quizá ni los que estuvieron en esa parte del libro lo estén.

Una vez enfatizando lo anterior, hay un punto por aclarar sobre aquella noche que ahora se encuentra en las filas de la historia. Éste es que si bien los berlineses fueron el motivo del viaje, no fueron los únicos responsables de todo lo que ahí se generó. Y no precisamente porque estuvieran faltos de calidad ni de las innumerables virtudes musicales que, efectivamente, demostraron tener; sino porque hubo una combinación sublime: hay que hablar primero de Saturno Grooves.

En el norte del país, allá donde la presencia de un intercambio cultural inmediato es visiblemente constante; nació, a la luz y sombra del desierto, Saturno Grooves. Provenientes de Durango, los jóvenes norteños comenzaron sus experimentos dentro del campo de la psicodelia y nos hicieron saber, con una primera placa en 2013, que ocurre algo allá. Para muchos de los asistentes al pasado concierto en el Alicia, fue la primera vez que sus oídos y ojos tuvieron semejante experiencia encaminada por una banda joven mexicana.

La relativamente reciente agrupación ofreció el pasado 19 de octubre un show del que nadie pudo registrar con exactitud su inicio y su final. Una experiencia sonora que, guiada por las bases instrumentales que los chicos tocan, devino introspectiva, reflexiva y catártica, pero al mismo tiempo enérgica, muy agresiva y fuerte. Pero lo que los duranguenses ofrecieron rebasaba al sentido del oído: visualmente era como estar viendo danzar sincrónicamente a los ejecutantes, quienes llenaron de sentido aquella metáfora de “hacerle el amor a su instrumento”; mientras con sus gestos podrían haber creado una obra de teatro. Los saturninos nos ofrecieron muchas piezas indefinibles de su reciente tercer álbum: Solar Hawk, que parece deberle bastante al ambiente peculiar que estos músicos viven cada día.

El público quedó quieto, observando, escuchando y gozando la música que pocas veces se escucha en la ciudad, por irreal que parezca. Tras varias sacudidas que combinaban la violencia y el trance, Saturno Grooves se despidió satisfecho por la respuesta de la audiencia citadina, quien dejó saber que no aceptaba un desenlace, y con el mexicanísimo grito petitorio de “¡otra, otra!” que no pudo ser resuelto por circunstancias propias de logística, se dio el fin.

Con este gran sabor de boca fue que la audiencia impuso el reto de mantener el ritmo a Black Over Drive. Tarea que sin duda fue difícil, pero para algunos significó un espacio para volver a la tierra, de descanso o bien, de diversión acompañada de una cerveza, mientras se podía escuchar a la banda tocar algunos sonidos cercanos al heavy metal, doom y storner rock. Pero parecía que hasta la agrupación estaba impaciente por recibir a Samsara Blues Experiment, así que concluyeron pronto.

Fue así como la espera de muchos terminó, sólo para, irónicamente, comenzar el viaje. Así, de la mano de las primeras notas que dan forma a Singata Mystic Queen, una bocanada de psicodelia, sonidos esotéricos, oscurantistas y espirituales invadió el foro Alicia por alrededor de 90 minutos. Los alemanes mostraron serenidad, fuerza y concentración durante todo el show, en el que se escucharon temas que fueron desde sus inicios con Long Distant Trip y, como se esperaba, canciones de su más reciente producción: One With The Universe, que vio la luz hace un año.

Las personas escucharon este corto pero excelso viaje detalladamente, con incontables gritos de aclamación, euforia y agradecimiento en cada corte de las largas canciones; haciéndose presentes en cada una de las piezas de estas tres bandas que dieron vida a una noche hipnotizante.

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Sin duda eventos como el de aquella noche harán que la escena cobre vida en otros tiempos y que esto se recuerde sólo como el humo de despegue para lo que viene. Un excelente festejo para dar inicio a lo que la próxima semana tendremos en los oídos, ya que, recordemos, esto fue una pre-fiesta que nos encamina al plato fuerte: Earthless y Mars Red Sky, quienes seguramente sólo seguirán abriendo las puertas del viaje que se extiende cada vez más con el motivo de una sola cosa: seguir la experiencia de la psicodelia, o bien, bajo una sentencia mucho más ideal, en palabras de Samsara Blues Experiment: ser “Uno con el universo”.

 

Fotografía: Allfred Black

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Nancy Islas
Estudiante de Sociología en la UNAM. Entre otras cosas siempre incesantes, me apasionan la música en vivo y bailar.