En 1971, el cantautor de origen catalán ya disfrutaba del éxito con sus canciones de manera intercontinental.
Ya habían pasado los años crueles del Eurovisión, pero plataformas como el Festival Internacional da Canção Popular de Río de Janeiro, le dieron la oportunidad de presentar «Penélope», canción realizada de la manos del compositor y amigo Augusto Algueró, entre tanto, el Festival de Viña del Mar lo recibe como invitado un año antes, con presentaciones en este territorio que lo llevaron acrecentar su fama en Latinoamérica.
Y es en ese 1971 cuando llegó con un disco que no sólo ha marcó a una generación, también, explotó la creatividad de Serrat dentro de un estudio en la ciudad de Milán que culminaría a que todo mundo tarareara alguna de sus interpretaciones en una España gris: «Mediterráneo».
«Es más verdad que el pan y la tierra»
Con diez canciones y arreglos de Juan Carlos Calderón, Gian Piero Reverberi y Antoni Ros-Marbà y “Aquellas Pequeñas Cosas”, “Lucía”, “Qué Va a Ser de Ti”, pasando por “Vencidos”, “Pueblo Blanco”, “La Mujer Que Yo Quiero”, “Barquito de Papel”, “Tío Alberto” y “Vagabundear” hicieron cantar a toda España. Todos los temas fueron compuestos en letra y música por Joan Manuel Serrat, excepto la letra “Vencidos”, basado en un poema de León Felipe.
El impacto fue brutal y trascendió fronteras. Fue esencial para muchos latinoamericanos, que se rindieron ante el talento del Noi del Poble-Sec. Si viajó en el espacio, también lo hizo en el tiempo, hasta el punto de lucir en el top 3 de los mejores 100 discos españoles del siglo XX en la lista que una revista de orientación roquera elaboró a principios de la década pasada.
«Mediterráneo» se convertiría en uno de sus trabajos más inspirados, un resumen de su lírica, sus grandes temas y su búsqueda emocional como cantor de las pequeñas cosas. Fue un conciso pero eficaz carrusel de sensaciones y sentimientos, que tienen en la canción que da título al disco un perfecto estandarte.
Era ya el octavo álbum en un cantautor de apenas 28 años y que no hacía ni cuatro que había debutado. Y que, quizás sin saberlo, estaba alcanzando una cumbre de la música pop.
En la historia del catalán existen dos facetas muy reconocibles. Antes de «Mediterráneo», Serrat era un cantautor y compositor que alternaba un repertorio en catalán y otro en castellano, el disco hizo todavía más grande su carrera en España, y lo consolidó como un artista de habla castellana independiemente de que volvió al catalán en reiteradas ocasiones–.