Lo prometido es deuda, como sabemos, la semana pasada salió a la luz el nuevo material discográfico de Arctic Monkeys titulado «Tranquility Base Hotel & Casino» y un sector de la población colapsó ante tal noticia, unos de felicidad y otros del impacto que se llevaron al escucharlo por vez primera. En esta ocasión hablaré sobre el tema que ha provocado opiniones encontradas entre muchos seguidores, sin más que decir iniciamos con este nuevo viernes de discos en La CarteleraMX.
A estas alturas del partido no pretendo dar una introducción a la historia y obra de la banda, el nombre habla por sí solo haciendo que sobre la presentación y logrando ahorrar unas líneas de texto.
A cinco años del tan polémico «AM», la banda británica liderada por Alex Turner regresó a las andadas con un nuevo material que levantaría igual polémica e incluso más que su disco pasado a pocos días de su salida. Si no han tenido oportunidad de escuchar lo nuevo se preguntaran a qué se debe este fenómeno y es de lo que vengo a hablar.
Si no lo recuerdan, en su tiempo el «AM» significó un cambio musical un poco repentino dentro de la propuesta sólida que había tenido Arctic Monkeys desde su inicio, obviamente a los seguidores no les agradó mucho el cambio pero justamente cuando comenzábamos a tomarle cariño debido a la carencia de música nueva, sin previo aviso, álbum nuevo y con un cambio más radical que el anterior. Eso no se veía venir y mucho menos tan espontáneo.
Son 11 canciones/40 minutos de música ejecutada a la perfección donde se puede oír como predominan ritmos de jazz muy suaves y situaciones en las que se colocó un piano en lugar de la potente batería de Matt Helders y los guitarrazos de Jamie Cook, elementos a los que ya se estaba acostumbrado al escuchar cualquier disco de los monos.
Desde que inicia «Star Treatment» sabemos que es Arctic Monkeys por la calidad de voz de Turner mas lo musical no es nada familiar para los escuchas. Ahora que comienzo a hablar de algunos tracks cabe aclarar que no los voy a juzgar como una comparación con el trabajo previo de la agrupación sino por lo que aportan en sí bajo el concepto de esta nueva etapa.
«One Point Perspective» y «American Sports» hacen en conjunto una transición musical exacta que dota de mucha calidad a todo el inicio del disco. «Tranquility Base Hotel & Casino» la canción que le da nombre al álbum, en verdad es la canción que a mi parecer se merece la mención honorífica, Alex mostrando una nueva faceta vocal casi nunca experimentada en su trayectoria, esto sumado a la musicalización da una tremenda pieza.
«She Looks Like Fun» y «Batphone» son las encargadas de llevar hacia el final, ambas lo hacen de una manera espectacular esto gracias a un aire que fácil podría ambientar cualquier cabaret o centro nocturno con clase. Finalmente encontramos «The Ultracheese» canción que da una digna despedida al regreso a la música de Arctic Monkeys.
Saben, no es que quiera sacar mi lado fan de la agrupación (o sea sí lo soy pero no durante esta reseña) pero discrepo de muchos comentarios que he leído a través de redes sociales donde expresan el descontento por el cambio e incluso tachan de aburrido al álbum. A mi parecer sí es un cambio significativo pero necesario, en resumen una producción buena.
No es un cambio para mal o para hacer enojar a los «verdaderos» seguidores, esta nueva faceta significa una notable maduración musical y una definición de un estilo propio que ha caracterizado a la banda desde sus inicios, sí, pudo haber cambios en cuanto a música pero cuando lo escuchas de inmediato sabrás de quienes se trata.
Para ser sincero, hubo una parte que me gustó mucho y fue el hecho de que por momentos te recordaba sonidos similares a The Last Shadow Puppets o incluso al mítico Submarine de Alex. Esto no quiere decir que el señor Turner sea el cerebro detrás del éxito pero sin duda sus proyectos personales han influido a la forma de interpretar la música.
Para finalizar la reseña de esta semana me gustaría comentar algo que se ha vuelto un secreto a voces: Últimamente nada le parece a los seguidores, si no hacen música mal, si sacan música mal, todo está mal. Siempre he defendido el hecho de que es ridículo pensar que cualquier banda siempre deba sonar igual que en sus inicios. La música se disfruta y se comparte, así deberíamos ver todo en la vida.
Con esa reflexión me despido por ahora lectores, nos leemos la próxima semana con algún otra disco bonito. Hasta ese entonces les dejamos el enlace vía spotify de «Tranquility Base Hotel & Casino», denle play hasta que les traiga una nueva recomendación o hasta que se enamoren de este disco.